
Yo creo que lo bello está lejos de ser eterno, puesto que la costumbre afea las cosas. Para mí lo bello es efímero, y dada esta condición, al arte hay que saborearlo, disfrutarlo y dejar que te embriague puesto que no sabes cuanto más será posible la situación.
Mientras él decía que la belleza era eterna y que por ello los clásicos creaban esculturas de piedra y que los edificios, arquitectura como arte, no están hechos para durar dos días…
Yo respondía que el arte es para disfrutarlo, y como la existencia humana, todo lo bello tiene un fin, y en ello mismo reside su belleza, en que en cualquier momento puede desaparecer. Es el arte mismo de la mortalidad, a caso el arte culinario, es menos bello por ser menos perdurable? El maquillaje, la interpretación? A caso todo ello no merece ser alabado como bello?
El arte contemporáneo, busca nuevas formas de realidad, nuevas formas de sorprender y de llegar a las generaciones próximas que todo lo han visto y que con nada se sorprenden. No quieren ser predecibles como hoy en día lo es todo, y no quieren ajustarse a un canon ya existente de lo que es bello o no, porque lo que es bello lo dicta cada presente, y el presente del pasado ya pasó. Nos toca a nosotros decidir que es bello, y yo concretamente prefiero basarme en lo que a mi me produce una obra de arte como tal, más que en lo que me han dicho los “antepasados” que tiene que ser “lo bello”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario