Socialización?

Sin ánimos de empezar técnicamente...

...el habitus es el nombre dado a la socialización primera una vez interiorizada, al origen social. Al momento en que la sociedad dejó de ser un agente externo para cada persona y pasó a convertirse en parte de nosotros. Como es normal, hay diferentes grados de adaptación a este proceso, dependiendo del grado de 'personalidad' de cada individuo. Las personas son fuertes defendiendo sus opiniones o no lo son. Algunas pueden defender fervientemente su posición siendo independientes del flujo exterior y otras personas caerán presas de esas influencias externas. Como ya se sabe, el negarse a seguir la corriente predominante desde siempre, a través de la historia, ha sido algo realmente complicado. Es complicado en mayor o menor grado dependiendo de cuan desviado estés en comparación con la rectitud de la corriente establecida socialmente dentro de los parámetros 'normales'.

Habiendo crecido yo en el seno de una familia poco común en comparación con dicha corriente, con una mentalidad también bastante abierta, desde bien pequeña se me permitió el jugar con las estructuras sociales. Se me alentó a no ser como los demás, a no creer que algo era imposible solo porque nadie lo hubiera hecho antes.

Por este motivo concibo el mundo con un sinfín de perspectivas alternativas, muchísimas oportunidades, maneras de actuar que poca gente quizás consideraría ejercer como primera opción, no sé si me explico...

No me gusta darme cuenta de como hay un orden preestablecido sobre cada momento en la vida de una persona. Por ejemplo, la manera de actuar cuando te gusta una persona, tienes que hacer ciertas cosas, así y luego esperar ciertas reacciones asá. y luego de haber pasado por una serie de circunstancias (que también se dan por supuesto pautadamente, como hechos que deben ocurrir en cada relación, de lo contrario se asume que algo va mal) ésta debe adquirir un grado de seriedad o ser abandonada. De continuarse con ella, ésta acabará en matrimonio o en cualquier otro mecanismo ya existente en nuestra sociedad para ordenar a las personas según su situación.

Me parece tan triste que haya una lista de fases conocidas por todos internamente, que puedan incluso ser documentadas y que nadie decida hacer nada al respecto. Existen por que nosotros les damos continuidad. Las perpetuamos y seguimos adelante con ellas. Supongo que es más fácil saber que toca hacer en cada momento, por que toca, en vez de ser original. 

Y luego la rara soy yo por querer hacer algo distinto. Por pensar que en una relación de afecto hay más cosas de las que conocemos, de las que estamos acostumbrados a repetir en cada relación...

Prefiero pensar que en mi situación éstas se guían por emociones, sensaciones que funcionan o no. Y como tales son irracionales, inclasificables, únicas para cada situación y persona.

¿Tengo que disculparme por no coincidir con el resto de cabras del rebaño?

Hay quien está tan bien socializado, tiene tan bien interiorizado el esquema, que no puede diferir de él. No puede concebir una relación de afecto exitosa si no cumple los requisitos prescritos.

Me parece extraño, quizás por que no logro imaginarme una situación en que la voluntad, quizás la mía es demasiado fuerte, sea tan menospreciada.

Me parece extraño, es encasillante, ASFIXIANTE, normal, recto y aburrido.

Solo sé que no sé nada. "III nota de mi cuaderno".

La eterna indecisión del ser humano.

Hoy, la nota llevada a cabo, va sobre la permanente situación de oscilación, el bucle que conlleva el hecho de ser personas, de tomar decisiones "racionales" como nosotros, los seres 'racionales'. Y es que los animales no parecen tener ningún problema sobre las decisiones a tomar. Claro está que éstos no tienen tales dilemas morales , a causa de la simplicidad de su existencia. No tienen que ser fieles, no tienen que ser educados, no tienen vergüenza, ni vestimenta, ni normas sociales que seguir. Es fácil, o dominas o bajas la cabeza, más allá de eso preocúpate por conseguir que comer. Seríamos más felices si no fuéramos tan racionales? Si pensáramos menos las cosas? De ahí que digan que la ignorancia da la felicidad?

Los seres animales son impulsivos y reaccionan a los estímulos de la manera más natural que existe, no se preocupan por lo que pueda "parecer" por la impresión que puedan causar, etc. En cambio las personas, es verdad que pueden ser impulsivas, pero siempre bajo la influencia de la sociedad, nunca naturalmente impulsivas. Ya que la complejidad de la menta humana conlleva que, no siempre, por no decir nunca, se pueda reaccionar de una manera natural en el sentido de los instintos básicos.

La restricción que conlleva formar parte de una sociedad civilizada, nos obliga a reprimir nuestros instintos más básicos. No es malo, simplemente duro. No puedo evitar preguntarme cuando paseo por calles ajetreadas y llenas de gente, el trabajo tan excelente que es la sociedad. Porque podemos caminar los unos al lado de los otros, sin interactuar, sin agresividades o violencias, o por el otro lado sin socializar. Me pregunto siempre como sería si viviéramos bajo nuestros instintos básicos. Podría caminar así de tranquila por esa misma calle, o habría algún macho dominante reclamando el territorio, o alguna hembra que no quisiera que se le acercaran a sus crías... No sé, me parece divertido imaginar como sería el mundo si no estuviéramos sujetos a las normas de conducta sociales. Creo que tenemos que agradecer les la tranquilidad al menos.

Y ésta situación se ha prolongado durante tanto tiempo, que ahora el ser humano en vez de reaccionar sanamente ante estímulos o momentos decisivos, se pierde en la eterna confusión de la duda, sin saber ya lo que quiere. O es que no nos hemos sentido así todos alguna vez? No es en todas nuestras decisiones, pero si en aquellas que tendrán influencia emocional en nosotros. Nos da miedo equivocarnos, nos aterra... Pero no somos conscientes de que el tiempo pasa y se acaba... otro gran invento de la humanidad... el tiempo! No podemos pararlo para tomar una decisión. El mundo no para por nosotros, entonces que debemos hacer? Seguir pensando? Entregarnos al instinto? Meditar menos y contestar realmente lo que de verdad quieres? Sabes lo que realmente quieres?

Y si volvemos a las raíces? Para lo que era bueno. Y si saltamos, rugimos, gritamos, bailamos, incluso somos agresivos en la consecución de aquello que deseamos? Y si apartamos, solo un poco, la presión social, y nos lanzamos de cabeza a por aquello que queremos?

Creo que el mayor impedimento para vivir la vida, de ésta manera, que me parece más propia de la libertad, es que muchas, muchísimas veces, simplemente no nos lanzamos a por nada, por que no queremos nada. Creemos que queremos, pero es otra ilusión de la sociedad que te dice que te estés quieto y que quieras cosas.

No sabemos lo que queremos, y por ende no nos movemos hacia ello.

Un poco de impulsivismo en nuestras vidas solucionarían el estrés por ejemplo, deja de pensar en lo que hiciste mal y alégrate por no haberte cruzado de brazos, también eliminaría el "y si...?", y en algún que otro caso, el impulsivismo, podría salvar cosas que, como todo hoy, era efímero. Y es que la duda nos lleva a perdernos las cosas más bellas de la vida, que pueden estar ahí un segundo y haberse ido el siguiente.

Preludio

Empecé el blog porque tenía una libreta en la que apuntaba todas las cosas que se me ocurrían, para desahogarme. Normalmente iba con una idea clara sobre que era lo que quería plasmar sobre papel, y me gustaba decorar mis narraciones con adjetivos, sinónimos y heterónimos como los llamaba mi profesor de literatura, que consistía en darme otro papel que el de mi misma en mis redacciones. Resulta que un día esta libreta cayó en manos de un amigo, que leyó algunas de las historias y para mi sorpresa fueron de su agrado. Recuerdo que me dijo: "Friné, lo que realmente me asusta de tus absurdas narraciones, es que puedo verles la lógica... tus divagaciones absurdas son lógicas."
Así empecé a entregar algunas de ellas en mis clases de literatura, y fueron bien recibidas por el profesor que he mencionado antes. Y de ahí a que empezara éste blog, buscando, no sé, llegar a más gente que se sorprenda con mis paranoias mentales, y con la intención quizás de pasar las historias de mis cuadernos a la red. Nunca pensé que fuera una buena idea, pero un día simplemente lo hice. Así que prontamente empezaré a pasarlas, o simplemente seguiré escribiendo, solo para llenar el cuadrado blanco que se me aparece cada vez que apreto 'nueva entrada' en la esquina de la pantalla. Quizás simplemente es un sentimiento que quiere salir, ésta forma que tengo de expresarlo, lo que me empuja a llenar el vacío con exactamente lo primero que me viene a la cabeza. Y ni siquiera me preocupa el que no pueda interesarle a nadie. Solo me dejo llevar...
Ésta explicación solo sirve de preludio a las publicaciones venideras supongo. Si alguna vez publico las que tengo escritas de antes, las marcaré como tales, y quien se haya tomado la molestia de leer esta publicación, sabrá de lo que hablo. Quien no, creerá que publicaron dos personas diferentes. Por que obviamente he madurado o simplemente cambiado bastante desde que escribí mi primera nota.

El tiempo

Buenos días señores y señoras, aunque quizás esta entrada no vaya dedicada a nadie ni a nada en particular. no sé si estoy llegando a alguien o simplemente escribo por el placer de hacerlo.

El otro día, es decir ayer, hablaba de la belleza con mi amigo, y entre otras cosas estoy leyendo una novela que recomiendo encarecidamente a cualquiera a quien pueda interesar mi humilde opinión; El retrato de Dorian Grey, escrito por Oscar Wilde. Quién sepa un poco de la novela podrá entender mi últimamente grave preocupación por el tiempo, por su paso y por la vida en general. Oscar Wilde fue un autor que realmente podía hacer que tuvieras que parar tu lectura para pensar en las cosas que te hacía llegar. Siempre fui una persona hedonista, de aprovechar el momento, de vivir al máximo el presente que me habían dado. Y siempre pensé que lo había pensado bien, pero ahora me doy cuenta de que no estaba ni cerca. Es más, hace (el libro) tal presentación de la importancia de la juventud, de la belleza y del paso del tiempo, que me he convertido en una preocupada por el futuro!

Así que en una nube de preocupación me he puesto a darle vueltas a mi futuro, al paso cada vez más rápido del tiempo y a la belleza que otorga la juventud, y me he visto creándome oportunidades de futuro, y sentando bases para lo que antes nunca me importó: el porvenir.

No sé si eso es bueno o malo. Son dos modos de vivir, el mío, con el carpe diem como lema, y el de mis peores enemigos, irónicamente hablando puesto que son mis amigos y familiares quienes piensan que mi forma de vida es irresponsable e inmadura y que apuestan por la organización y la planificación.

No puedo evitarlo siempre he parecido tener suerte, un tipo de deus ex machina. No sé como lo conseguía ni si voy a perder mi suerte por compartirla con el mundo, pero de alguna manera, sin preocupaciones, cuando la cosa empezaba a ejercer presión sobre mí, todo mágicamente siempre se solucionó y volvió a su lugar.

Sin embargo pasa el tiempo, cada vez más rápido... y yo cada vez me preocupo más por el que viene que por el que tengo. Como todos.

Singularidad

He estado viendo blogs, desde que abrí el mío. La mayoría de los que he encontrado estaban en inglés y básicamente son de gente tan normal como yo aunque los encuentro extrañamente reveladores. Es curioso y tengo dos cosas que decir, la primera es que la gente expone (como yo) sus pensamientos, íntimos o no, a la ligera, en un afán de compartir vivencias. Y decían que las tecnologías iban a distanciarnos o a hacer a las personas menos sociables. Será ésta una nueva forma de socializar? Luego en segundo lugar, con tantas personas mostrando su interior como lo hacen te das cuenta de que quizás no somos todos tan diferentes! Me doy cuenta de que mucha gente siente lo que yo, y no se si eso me da miedo o me reconforta. Estamos siendo más conscientes de nuestras similitudes, o estamos uniformándonos?

Belleza

Un amigo una vez me dijo, que el arte debía superar la realidad, entre algunas cosas, con la cualidad de eternidad y belleza.

Yo creo que lo bello está lejos de ser eterno, puesto que la costumbre afea las cosas. Para mí lo bello es efímero, y dada esta condición, al arte hay que saborearlo, disfrutarlo y dejar que te embriague puesto que no sabes cuanto más será posible la situación.

Mientras él decía que la belleza era eterna y que por ello los clásicos creaban esculturas de piedra y que los edificios, arquitectura como arte, no están hechos para durar dos días…

Yo respondía que el arte es para disfrutarlo, y como la existencia humana, todo lo bello tiene un fin, y en ello mismo reside su belleza, en que en cualquier momento puede desaparecer. Es el arte mismo de la mortalidad, a caso el arte culinario, es menos bello por ser menos perdurable? El maquillaje, la interpretación? A caso todo ello no merece ser alabado como bello?

El arte contemporáneo, busca nuevas formas de realidad, nuevas formas de sorprender y de llegar a las generaciones próximas que todo lo han visto y que con nada se sorprenden. No quieren ser predecibles como hoy en día lo es todo, y no quieren ajustarse a un canon ya existente de lo que es bello o no, porque lo que es bello lo dicta cada presente, y el presente del pasado ya pasó. Nos toca a nosotros decidir que es bello, y yo concretamente prefiero basarme en lo que a mi me produce una obra de arte como tal, más que en lo que me han dicho los “antepasados” que tiene que ser “lo bello”.