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y cuando vaya mal, también.

domingo, 23 de enero de 2011

Socialización?

Sin ánimos de empezar técnicamente...
...el habitus es el nombre dado a la socialización primera una vez interiorizada, al origen social. Al momento en que la sociedad dejó de ser un agente externo para cada persona y pasó a convertirse en parte de nosotros. Como es normal, hay diferentes grados de adaptación a este proceso, dependiendo del grado de 'personalidad' de cada individuo. Las personas son fuertes defendiendo sus opiniones o no lo son. Algunas pueden defender fervientemente su posición siendo independientes del flujo exterior y otras personas caerán presas de esas influencias externas. Como ya se sabe, el negarse a seguir la corriente predominante desde siempre, a través de la historia, ha sido algo realmente complicado. Es complicado en mayor o menor grado dependiendo de cuan desviado estés en comparación con la rectitud de la corriente establecida socialmente dentro de los parámetros 'normales'.
Habiendo crecido yo en el seno de una familia poco común en comparación con dicha corriente, con una mentalidad también bastante abierta, desde bien pequeña se me permitió el jugar con las estructuras sociales. Se me alentó a no ser como los demás, a no creer que algo era imposible solo porque nadie lo hubiera hecho antes.
Por este motivo concibo el mundo con un sinfín de perspectivas alternativas, muchísimas oportunidades, maneras de actuar que poca gente quizás consideraría ejercer como primera opción, no sé si me explico...

No me gusta darme cuenta de como hay un orden preestablecido sobre cada momento en la vida de una persona. Por ejemplo, la manera de actuar cuando te gusta una persona, tienes que hacer ciertas cosas, así y luego esperar ciertas reacciones asá. y luego de haber pasado por una serie de circunstancias (que también se dan por supuesto pautadamente, como hechos que deben ocurrir en cada relación, de lo contrario se asume que algo va mal) ésta debe adquirir un grado de seriedad o ser abandonada. De continuarse con ella, ésta acabará en matrimonio o en cualquier otro mecanismo ya existente en nuestra sociedad para ordenar a las personas según su situación.

Me parece tan triste que haya una lista de fases conocidas por todos internamente, que puedan incluso ser documentadas y que nadie decida hacer nada al respecto. Existen por que nosotros les damos continuidad. Las perpetuamos y seguimos adelante con ellas. Supongo que es más fácil saber que toca hacer en cada momento, por que toca, en vez de ser original

Y luego la rara soy yo por querer hacer algo distinto. Por pensar que en una relación de afecto hay más cosas de las que conocemos, de las que estamos acostumbrados a repetir en cada relación...

Prefiero pensar que en mi situación éstas se guían por emociones, sensaciones que funcionan o no. Y como tales son irracionales, inclasificables, únicas para cada situación y persona.
¿Tengo que disculparme por no coincidir con el resto de cabras del rebaño?

Hay quien está tan bien socializado, tiene tan bien interiorizado el esquema, que no puede diferir de él. No puede concebir una relación de afecto exitosa si no cumple los requisitos prescritos.

Me parece extraño, quizás por que no logro imaginarme una situación en que la voluntad, quizás la mía es demasiado fuerte, sea tan menospreciada.
Me parece extraño, es encasillante, ASFIXIANTE, normal, recto y aburrido.

3 comentarios:

  1. No me ha desagradado.

    Pero la comparativa entre relacion y sociedas no acabo de verla. Una cosa es preocuparte mas o menos por tu apariencia social y el modo en que te encasillan segun tus costumbres, estetica y gustos.
    Pero en las relaciones eso no funciona, en un relacion la pareja decide, nunca fuera de ellos, unicamente ellos saben que pasa es su intimidad, y es cierto que una serie de estereotipos deben ser seguidos, pero es precisamente cuando se suprimen estos que una relacion alcanza un punto de autenticidad y exclusividad.

    La voluntad es inmortal, no la olvides y menosprecies y de esa forma siempre seras una persona que (aunque suene grosero y malintencionado) podra pensar por si misma y tomar sus propias decisiones, cosa que lamentablemente no abunda hoy en día.

    Una vez más, mis disculpas por mi insistencia y invasión de tú blog. Un abrazo.

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  2. En una pareja en sus inicios sí que se debe seguir un esquema, citas, el conocerse más a fondo, etc. Si ocurriese de otra forma creerías que la persona no está interesada, o que es una psicótica, etc.
    Y realmente no creo que haya para tanto, lo diferente suele asustar. Yo sé perfectamente como me tengo que comportar, en conjunción con aquello que se espera de mí, y tal, sé lo que "tengo" que hacer, pero simplemente no me da la gana. No quiero interpretar un papel, no sale de mi, me gusta ser yo misma, y hacer lo que quizás sea mi propio esquema social, tampoco está demasiado alejado de lo predeterminado, pero es fácilmente malinterpretable. Me siento falsa haciendo algo que no haría como algo natural en mí, siento que lo hago por obligación y no me gusta. Aunque me reitero, lo diferente asusta, y provoca rechazo.
    Me gusta hacer lo que quiero, como quiero y cuando quiero, y decir lo que pienso aunque pueda parecer atrevido o irracional.
    Leí un estudio sociológico, que se enseñaba en clase como teoria obligatoria, es decir de base sólida. En éste decía que las personas suelen juntarse o buscar sus parejas dentro de sus mismos estatus sociales, normalmente cultural o económico. Se trata de las relaciones que perduran , puesto que las personas de los mismos niveles sociales tienen más gustos en común de los que podrían tener con personas de orígenes diferentes. Comparten gustos, aficiones, costumbres, etc.
    Si no recuerdo mal, y espero no hacerlo, eso era lo que decía el texto, por lo tanto, las influencias externas de estatus y por ende de pautas de comportamiento relacionadas a cada uno, SI afectan a las relaciones entre las personas. Es un idilio pensar que las personas puedan compartir una relación al margen de lo estipulado como tal socialmente, porque desde el principio y en todos los aspectos ya está, repito, YA ESTÁ impregnada de precisamente el encasillamiento del que te hablo.

    A caso es mi error el querer prescindir de los estereotipos desde el principio? En vez de como tu dices llegar a eso, a través del tiempo?

    En mi opinión la voluntad no es inmortal, si lo fuera nadie se daría por vencido jamás y la historia y el mundo serían diferentes. Creo que hay muestras de sobras constantes en la historia de la humanidad de rendiciones y faltas de voluntad.
    Me gustaría pensar que sí, que lo es, que en ocasiones es incluso inquebrantable, pero no lo es ni la mía. Simplemente la presión exterior ya la llevamos dentro, es la que rige nuestros comportamientos y es inescapable.

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  3. Quizas se me ha malinterpretado peró estoy completamnete deacuerdo contigo. Probablemente me deje llevar por el echo de que hace tres años que tengo una relacion estable y no recuerdo los estereotipos de esas primeras citas nerviosas y preocupantemente ideales.

    Y evidentemente defiendo que renunciar a los estereotipos es algo bueno y por desgracia poco abundante, peró a mi entender, aun asi debes marcarte unas propias normas. La autoanarquia no es buena, lleva a un descontrol immoderable, es por eso que la sociedad marca unas pautas, puedes seguirlas o no, es tu eleccion, pero aunque sea para tí, aunque el resto del mundo no le encuentre el sentido, debes seguir la normas de tú espiritu. Creo que por suerte somos ese tipo de personas que buscamos una opinión real sobre las cosas y procuramos observar distintas reacciones ante un echo antes de extraer conclusiones. Nuestra voluntad es inmortal, ¿la del resto del mundo? lo desconozco, pero la nuestra lo es. Y mientras lo sea, jamas caeremos en estereotipos. ¿La presión exterior? Es evitable, unicamente debes poner en duda aquello que te dicen, debes buscar tus propias respuestas, es cierto, en ocasiones no puedes/debes y otros se esfuerzan por hundir tus argumentos, pero si algo caracteriza de igual forma al ser humano són dos cosas, la cobardia necesaria para afrontar la verdad, y que sin duda, somos los unicos seres que jamas admitiriamos un error.

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